Es un cuento popular catalán, dirigido a introducir a los niños en las estaciones, en concreto el otoño y lo que el con lleva: frío, castañas, los colores del otoño, las hojas que se caen....
Pero si lo leemos en profundidad veremos una historia de bondad y valores, entre ellos la amistad, el saber perdonar y compartir.
Cuenta la historia de Tana, una castañera muy buena y a la que los niños querían mucho. A veces los llevaba a su casa para contarles cuentos y en ocasiones les regalaba castañas.
Cuando llegaba el otoño se vestía como una verdadera castañera: su falda a rayas, su blusa oscura y un pañuelo en la cabeza.
Asaba las castañas con mucho cariño y pregonaba:
- ¡Ricas castañas! ¡Castañas calentitas!
El olor a castañas impregnaba el ambiente.
Quedaba poco para una fiesta muy importante, en la que Tana vendería muchas castañas. Pero algo sucedió la noche anterior. Una malvada anciana entró en su casa por la noche y le robó todas las castañas. Era otra castañera, que como no tenía buen carácter tampoco tenía mucha clientela y sentía mucha envidia de Tana.
Cuando Tana descubrió lo que había sucedido se llevó un gran disgusto.
Los niños al no ver a su castañera en el puesto de castañas fueron a su casa a buscarla y ella les contó lo que había pasado.
Ellos pensaron en ayudarla rompiendo sus huchas y comprando un puñadito de castañas. Tana se alegró mucho de ver lo que los niños eran capaces de hacer por ella.
La castañera envidiosa no tuvo mucha suerte con su botín y por eso decidió pedir perdón a Tana. Y desde entonces se hicieron muy amigas.
Enriqueta Capellades / Margarita Ruiz
Combel, 2010
Tapa blanda. Medidas 19 x 25 cm
16 páginas.
ISBN: 978-84-7864-376-9
Edad recomendada: 3-6 años.
Existen muchas versiones diferentes de esta historia. En una de ellas la castañera pide ayuda a un gigante, en otra la castañera confunde las castañas con caracoles.
Ideas de actividades: (ver las actividades comunes)
- Hacer un teatro de sombras. Para ello, en cartulinas negras haremos las siluetas de los personajes y las sujetaremos a un palito. Con láminas de acetato (que son transparentes) haremos los escenarios que se deseen.
- Aprendernos la canción de La castañera. (Tenéis el audio en enlaces de interés, al final de la reseña).
- Elaborar una corona de otoño. Colorearla con colores de otoño. Picarla /recortarla y pegarla a una tira de cartulina.
- Decorar la castaña con retales de papeles de seda. (Fuente)
- Pintar la castañera y recortar ambas partes. Sujetar con un encuadernador los pies para que giren.
- Elaborar castañeras con bolsitas de hojas secas (idea extraída de Facebook).
- Con unas castañas de cojín y unas raseras de cartón forradas con papel aluminio podemos jugar a darles con las raseras, para colocar estas castañas en fila y jugar a pasar por encima.
- Hacer un móvil de castañas con caritas divertidas. (Idea)
- Elaborar un dado con diferentes castañas haciendo gestos y praxias para realizar ejercicios bucofonatorios. (Fuente)
- Podemos recoger hojas y clasificarlas por colores, formas, tamaños…
- Estampar hojas.
- Elaborar una gymkana otoñal. La ambientaremos con elementos otoñales: frutos de otoño, hojas… prepararemos un circuito en el que los niños tengan que hacer diferentes desplazamientos: gatear por un tubo, andar guardando el equilibrio sobre unas piezas, subir y bajar unas piezas de goma espuma…
- Hacer un mural de la castañera con diferentes materiales. (Fuente)
- Montar un rincón de otoño con frutos secos y frutos carnosos. Este rincón nos va a dar pie a probar diferentes alimentos y también a realizar clasificaciones, comparaciones, juegos de texturas, de olores… Podemos hacer juegos de observación para ver las fases por las que pasa un fruto. (Fuente)
- Elaborar tarjetas con varias escenas del cuento para pedir a los niños que ordenen la secuencia temporal.
Enlaces de interés:
Vídeo de la versión del cuento reseñado:
Canción de la castañera.
Patricia Hernando
No hay comentarios :
Publicar un comentario