El fantasma Fran


El fantasma Fran es un cuento muy entrañable que narra la historia de un fantasmita que sintió que era diferente desde el momento en que nació.


Fue creciendo y era feliz porque aunque era distinto todos le querían tal como era. Pero llegó el día de ir al colegio y aunque le gustaba, cuando llegó el momento de aprender a asustar en la clase del director, Fran no fue capaz de decir Buuuuuuuuu. 


El director se enfadó y lo mandó castigado a la torre solitaria, donde conoció a un simpático gato del que se hizo muy amigo. 



Los dos juntos convirtieron la torre solitaria en un acogedor hogar donde eran muy felices y recibían las visitas de los demás fantasmas.



El fantasma Fran
Guido Van Genechten
Traducción: Gonzalo Fernández Gómez
SM, 2015

Tapa dura. Medidas 23 x 33 cm.
25 páginas.
ISBN: 978-84-675-8512-4
Edad recomendada: 3-6 años.

Ideas de actividades: (ver las actividades comunes)

Actividades previas al cuento:
  • Manualidad Mi propio fantasma: Les damos a cada niño una servilleta (o trozo de tela blanco) para que le pinten una carita en un lado. Previamente habremos agujereado unos vasos de plástico justo en el centro del fondo del vaso. Una vez que lo hayan pintado les ayudamos a enganchar un clip al vaso atravesando la servilleta y dejando medio clip dentro para que haga tope y no se salga. Luego atamos un cordoncito a la parte de arriba del clip y así cada niño tendrá un gracioso fantasma que nos servirá para contar el cuento entre todos y para que luego se lo queden y decorar su habitación o la clase para Halloween.
  • Nos hacemos un Fran grandecito (en goma eva por ejemplo, similar al de la portada) al que le atamos un cordoncito y éste a un palito, también podemos hacer un gatito negro o llevar uno de peluche.

Actividades durante el cuento:
  • Actividad de observación y reflexión sobre lo que hace diferente al fantasma Fran. Su color, que no le gusta asustar, …
  • Teatralización del cuento. Usamos nuestro Fran, el gatito y los fantasmas de los niños para contar el cuento entre todos.

Actividades para después del cuento:
  • Fantasma come miedos: En papel continuo preparamos la silueta del fantasma Fran. Le dibujamos la carita y luego les pedimos a los niños y niñas que lo pinten y decoren. Podemos decirles que lo hagan parecido a la ilustración del libro o diferente. Podemos proponerles que sea el fantasma Fran, o que se inventen un nombre y crear nuestro propio fantasma. A nuestro fantasma le habremos hecho una boca muy grande y abierta, a la que habremos pegado un sobre grande por detrás, para convertirlo en un fantasma buzón. A partir de la idea de que los fantasmas dan miedo, preguntamos qué les da miedo a los niños y les pedimos que lo dibujen o lo escriban en un papel. Como ya tenemos a nuestro fantasma con boca-buzón,  los niños podrán meter sus miedos para que se los coma el fantasma y así desaparezcan. Se puede buscar entre todos una frase como si fuera un “hechizo” que digamos todos juntos cada vez que un niño le da al fantasma su miedo, yo uso “Come miedos, come miedos, cómete mi miedo”.  En este enlace podéis ver fotografías y una explicación más detallada. 
  • Reflexión sobre lo que nos hace sentir bien. El fantasma Fran convierte una torre solitaria en un hogar muy acogedor donde comparte su vida con un gatito y es muy feliz. ¿Qué cosas hacen sentir bien al fantasma Fran, y al gatito? ¿Qué cosas te hacen sentir bien? ¿Por qué estás a gustito en tu casa? ¿Con quién disfrutas hablando y pasando el rato? Cómo depende de la edad, puede ser difícil explicarlo, les pedimos que lo dibujen y después se pueden exponer todos los dibujos. El lema puede ser “No hay nada como el hogar”, “Hogar dulce hogar”, o algo más original como “En mi casa me siento bien”, “Mi casa es mi hogar”.
  • Si contamos el cuento cuando se esté acercando Halloween podemos realizar un juego de aprender a dar sustos como en el cole de los fantasmas. Cada uno de los niños saldrá a dar un gran susto diciendo “Buuuuuuuu!”. Se puede organizar en plan concurso, que los niños y niñas elijan cuál de todos sus compis ha dado más susto, o cuál ha sido el fantasma más divertido, o cuál el más tierno… Valorando no sólo el que den miedo sino diferentes cualidades. Incluso el adulto que realice el juego puede decirle a cada niño que ha sido el fantasma “más feroz”, el fantasma “más divertido”, el fantasma “más dulce”, etc… y buscar un calificativo destacando una cualidad positiva de cada niño.
  • Manualidad “Mi fantasma Fran”: Dibujamos la silueta de Fran en goma eva o cartulina rosa y la recortamos. Dependiendo de la edad de los niños la pueden recortar ellos solos. Luego les proponemos que pinten la carita: los grandes ojos, la naricita y la sonrisa con rotulador negro,  que le pinten los coloretes con plastidecor roja. Luego le ponemos un palito (de helado) por detrás y lo pegamos con celo o lo grapamos. Así tienen un pequeño títere de Fran. Pero podemos ir más allá si hacemos otro Fran pero con un gesto diferente. En vez de sonriendo lo podemos poner triste o asustado y así nos da más juego a la hora de contar la historia con el títere y al mismo tiempo trabajamos la expresión de las emociones con los peques. Luego pegamos este Fran por detrás del otro con pegamento y así queda todavía más chulo.

Enlaces de interés:


Raquel Sánchez

2 comentarios :

  1. Acabo de conoceros. Estaba buscando un libro para comprar y me ha llamado la atención éste. A demás, SM me encanta. Me gustaría participar con él en el colegio (día del libro).

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    1. Gracias Francisco. Es un libro muy bonito.
      Un saludo.

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