El intruso


¿Alguna vez habéis sentido que alguien os quitaba vuestro espacio? ¿Qué ocurre cuando aparece algo nuevo e invade nuestra vida? 

Esto es lo que le ocurre al protagonista de El intruso.

De repente un día aparece en su habitación una pelota. Esa pelota no es suya, y no se sabe muy bien de donde ha salido.


Pero ahí está, a los pies de su cama y sin mucha intención de desaparecer.


Él sale y entra a su cuarto, pero sigue allí, ocupando cada vez mas espacio, relacionándose con el resto de sus juguetes, teniendo complicidad con ellos.


El intenta hablar con ella, intenta entender que en algún sitio tiene que estar... Pero el prefiere no verla, le da miedo.

Al final se enfrenta a ella, incluso le da una patada.

¿Qué ocurrirá? ¿Se conseguirá deshacer de ella?

Este libro muestra de una manera muy clara los miedos y la angustia que sentimos a veces cuando aparece algo nuevo en nuestra vida. Esa obsesión y fijación que tenemos hacia alguien que consideremos un intruso. Alguien que nos descoloca, que no conocemos, que no entendemos porque está ahí. La frustración de no poder hacer nada para hacerlo desaparecer y lo que nuestra cabeza es capaz de generar, pensar, inventar en torno a esos miedos.

En el caso de un niño podemos extrapolarlo a la llegada de un nuevo hermano o de un nuevo amigo, a ese miedo que tienen de perder el lugar que ocupan.

Las ilustraciones acompañan perfectamente al texto, mostrando al lector lo que el autor quiere trasmitir, pero lo hacen de una manera contrastada. Mientras el adulto puede sentir hasta claustrofobia por las palabras, las imágenes muestran una habitación infantil, colorida.

El intruso
Pablo Albo / Cristina Sitja Rubio
A buen paso, 2014

Tapa dura
Medidas  19 x 16,5 cm 
36 páginas.
ISBN: 978-84-942854-0-0
Edad recomendada: 6-9 años.

Ideas de actividades: (ver las actividades comunes)

Con este libro podemos hablar con los niños de sus miedos:
  • Conversar sobre la historia de la pelota. Dependiendo de la edad de los niños y de su madurez dirigiremos más la conversación o no. Es decir, probablemente un niño maduro sea capaz de entender esa metáfora y llevarla a su vida real. En el caso de que no puedan hacer esa comparación, seremos nosotros los que la conduzcamos.
  • Hacer un dibujo que represente alguna situación similar. Cuando llego un niño a clase y se hizo amigo de su mejor amigo, cuando tuvieron un hermano pequeño.
  • Hablar de como nos sentimos cuando creemos que un intruso llega y nos quita espacio.
  • Hacer un mural sobre los miedos que tenemos y localizar los que podrían ser intrusos.

Enlaces de interés: 

Ficha del libro en la web de la editorial.

Aquí podéis encontrar una muestra del libro.




La profe Marta

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