Coleccionando cuentos: ¿Queda sitio para mí?

¿Queda sitio para mí? es un precioso cuento tradicional ruso que nos traslada al frío invierno en el bosque.

Con sus frases repetitivas y su estructura rítmica es una historia muy adecuada para las edades tempranas.

La historia comienza con un leñador que va paseando con su perro fiel. Van a cortar leña, pero por el camino pierde una de sus manoplas. Ellos siguen caminando, pero esa manopla que ha caído en mitad del bosque va a servir de cobijo para diferentes animalitos.

Hace tanto frío en invierno que cuando un pequeño ratón descubre la manopla, decide meterse dentro para estar calentito.

Al rato aparece una rana. Y es aquí donde comienza la estructura repetitiva:

-¿Quién vive aquí?

- El ratón. ¿Y tú, quién eres?

- Soy la rana. ¿Queda sitio para mí?

- ¡Claro que sí! Pasa y acomódate.

Y ambos comparten manopla. Después aparecerán una liebre, un zorro, un jabalí y un oso pardo. La estructura anterior irá ampliando de manera acumulativa los animales que responden a la pregunta "¿Quién vive aquí?".

Animales que en un principio puede parecer que no pueden vivir juntos, pero que cuando el frío aprieta, todos se convierten en unos adorables compañeros de piso (en este caso de manopla). Tan solo al oso pardo le ponen algún impedimento, ya que ninguno de los inquilinos pensaba que iba a caber dentro de esa pequeña manopla.

La manopla va aumentando su tamaño, a la par que la nieve va cayendo con más intensidad.

Pero el leñador se percata que ha perdido una de sus manoplas y su perro va en busca de ella, olisqueando y demostrando su gran habilidad.

Cuando el perro descubrió que la manopla tenía varios animales dentro se puso a ladrar para que salieran.

Con el susto en el cuerpo, salieron corriendo en busca de otro lugar que compartir.

Y el leñador volvió a tener sus dos manos calentitas.

El libro tiene unas ilustraciones preciosas, que recuerdan a los libros más clásicos y que invitan al lector a adentrarse en el frío invierno (desde las propias guardas). La última ilustración a modo de cierre aparece enmarcada en un círculo. Los animales realistas dejan ver los trazos cuidadosos y con colores suaves.

Guardas del libro

El texto es muy sencillo y al ser repetitivo y acumulativo va a favorecer que los niños sepan de antemano que puede ocurrir, también nos ayuda a trabajar la memoria, la secuenciación directa e inversa (porque en el dialogo los animales se nombran en el orden que han ido entrando en la manopla, pero cuando salen despavoridos salen en orden inverso, el ratón es el último).

Un libro que nos trasmite valores como el compartir, la solidaridad, la generosidad. También, aunque pueda sorprender que el perro al final sea el culpable de que los animalitos pasen frío, nos enseña que los objetos tienen una propiedad y en ese caso era del leñador, pero eso no implica que los animales vayan a dejar de ser amigos, ya que deja muy claro que buscaran otro lugar donde vivir juntos.

Loek Koopmans nació en 1943 en los Países Bajos y estudió en la Academia de las bellas artes en Arnhem. Trabajó en publicidad, y también ha ilustrado libros para niños. Su técnica de la acuarela (cuidadosamente compuesta de muchas capas, por lo que los colores son ricos) será un clao indicador de su trabajo. El trabajo de Loek Koopmans ha sido galardonado varias veces dentro de la Asociación Holandesa de Ilustradores. Su obra se ha extendido por el mundo: Europa, Japón y los EE.UU. En la actualidad vive con su esposa en Zwolle. Hoy en día, Loek ha dirigido su profesión hacia el arte libre, pinturas al óleo espiritual, paisajes y retratos.

¿Queda sitio para mí?
Loek Koopmans
Traducción: Luis Ogg

ING Edicions, 2015

Tapa dura

Medidas 21 x 21 cm

24 páginas.

ISBN: 9788494437915

Edad recomendada: 0-3 años, 3-6 años.

Ideas de actividades: (ver las actividades comunes)

El libro nos ofrece la posibilidad de realizar muchas actividades relacionadas con diferentes temas: el invierno, los animales del bosque, el compartir, la amistad...

A modo de ejemplo os dejamos algunas de ellas.